Las expectativas altas son la principal amenaza para el disfrute y posterior valoración de cualquier cosa: libro, película, serie, disco, concierto y también documental, que es lo que nos ocupa. SPOILER: Me ha gustado mucho “Becoming Led Zeppelin”, el documental sobre el arranque de la banda que ha llegado a los cines por un tiempo MUY limitado. No he aprendido NADA con él, pero me lo he pasado muy bien y me ha emocionado a ratos.

En mi caso me había llegado una opinión muy negativa (“Como documental es una full, al menos que seas novicio en el tema”) y otra muy positiva, “Vaya puta MARAVILLA amigos. Muy emocionante”. Ambos son gente a la que admiro y tengo mucho cariño. Yo no diría que es una maravilla y es cierto que para los no “novicios” no aporta nada. También que no hay demasiadas imágenes de archivo en las que apoyarse. Pero creo que eso no es incompatible con disfrutar de las entrevistas con los tres supervivientes y de una entrevista inédita con John Bonham. Pero no menos cierto lo que le dijo un tercero al primero: “es que tú no eres el perfil a quién va dirigido ese documental. Se queda escaso”. Cierto, pero aún así, insisto, lo he disfrutado mucho. “He llevado a mi hija para que se zambulla en el mundo zeppelin. Ha salido encantada”, insistía el segundo. Y lo entiendo, porque obviamente eso multiplica las posibilidades del disfrute.

Que sepáis que quedan muy pocas oportunidades de verla en pantalla grande. Yo iría de cabeza. De hecho puede que vuelva.