El gran Dickey Betts ha fallecido a los 80 años por “una larga enfermedad” y es el momento de hacer balance de la huella que ha dejado en la historia del rock. Es indiscutible: junto a Duane Allman formó una de las duplas de guitarras más potentes que haya pisado nunca un escenario. Basta con escuchar el directo “At Fillmore East” de 1971, grabado en Nueva York pocos meses antes del letal accidente de motocicleta de Duane. Si esos 13 minutos de “In Memory of Elizabeth Reed” no te hacen flotar es que estás muerto.

Los Allman Brothers estaban en ese momento volando muy alto y metidos en la grabación de “Eat A Peach”. Puede que Dickey estuviera algo eclipsado por su compañero —que recientemente había trabajado con Eric Clapton en “Layla”, una canción y un álbum eternos—, pero no se amilanó y en “Brothers And Sisters” demostró que todavía había vida para la banda. De hecho firmó más de la mitad del álbum, aunque destacaban especialmente las enormes “Jessica” y “Ramblin’ Man”, que además de ser su mayor éxito acabó convertido en el apodo de Dickey Betts.

Su forma de tocar la guitarra era única, introduciendo a la vez elementos de country y de jazz, algo que distinguiría a los Allman Brothers del resto de los grupos de rock sureño, una etiqueta que se les queda muy pequeña y en absoluto les hace justicia.

Su carrera no se limitó a la banda, sino que en 1974 grabó “Highway Call”, uno fantástico disco en solitario editado a nombre de Richard Betts y donde desconcertó un tanto a sus fanses, que no esperaban que se escorase tanto hacia el country, bluegrass y western swing. Sus idas y venidas con los Allman Brothers se fueron trufando con sus álbumes al frente de Great Southern, los magníficos “Dickey Betts & Great Southern” (1977) y “Atlanta’s Burning Down” (1978).

Nuestro hombre no era una persona sencilla y su genio (aderezado por el alcohol) le provocó más de un problema, pero no sólo con sus compañeros, sino que también le provocó más de un choque con las fuerzas del orden y fue arrestado en varias ocasiones. En cualquier caso fue un placer comprobar que pese al paso de los lustros seguía en forma, ya fuera en solitario de vuelta con los Allman Brothers, formando pareja con Warren Haynes o Derek Trucks, dos tremendos guitarristas que fueron capaces de mantener motivado a Gregg Allman y con álbumes realmente notables. Tuve el placer y el privilegio de verle tocar en España y también fue un gustazo escucharlo junto a su retoño Duane, aunque un derrame cerebral en 2018 le obligó a retirarse definitivamente.

Me despido con un par de vídeos que hice en enero de 2024, cuando siguiendo su legado pasé primero por Jacksonville, la ciudad donde se fundaron los Allman Brothers..

Y después por Macon, Georgia, donde se instalaron y se encuentra su fascinante museo:

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