Este fin de semana el fandom de los Beatles se puso nervioso por culpa de un misterioso post de Disney que avisaba de que algo estaba por anunciarse y, obviamente, se dispararon las suposiciones. Muchos acertaron: se trataba de la restauración de “Let It Be”, la película de Michael Lindsay-Hogg de 1970 que sirvió para airear los roces que propiciaron que el homónimo álbum no se editara en su momento y se acabara haciendo finalmente tras la separación. Y después de que Phil Spector encabronara a Paul y a George Martin.

Los haters de los Fab Four —que haberlos haylos— se preguntarán: “¿Realmente es necesario esto después de la mastodóntica serie documental Get Back?”… Pues en mi opinión SÍ. Rotundamente. No sólo es necesaria sino que además es justa.
Porque no olvidemos que en noviembre de 2021 hubo quien dijo “¡Veis como no se llevaban tan mal! Además Yoko no fue el problema…”. Obviamente cualquier edición puede tergiversar la realidad, máxime cuando estás descartando el 90% del metraje de lo filmado. Evidentemente tienes la capacidad de ofrecer el punto de vista que te apetezca y/o convenga. En el caso particular de Yoko no me parece descabellado que solicitara (o impusiera, porque cualquier acción beatle precisa de su aprobación) el blanqueamiento de su leyenda negra. Y tras su contrastada omnipresencia en la grabación del “álbum blanco” me resultó realmente sorprendente que apareciera muy esporádicamente, incluso testimonialmente haciendo punto en un rincón, pasando casi desapercibida.

Y es que es obvio que “Get Back” ofrecía una cara mucho más amable de la relación entre los cuatro —a pesar de la deserción de George Harrison por la actitud de Paul McCartney— respecto al canon marcado por la película de 1970. Hay quien asegura que el director cargó las tintas en las discrepancias y amarguras, a lo que se dijo en los respectivos calentones; que existieron y no fueron menores. Que provocaron que el álbum no se editara y que la salud de los Beatles, como colectivo, quedara gravemente herida para siempre.

Ahora podremos comparar una con otra y sacar nuestras propias conclusiones. Además supongo que gozaremos de la misma calidad exhibida por Peter Jackson en esa delicia que es “Get Back”… Aunque reconozco no le perdono que nos privara de su idea original: el estreno en cines de una película de un par de horas; algo que no era en absoluto incompatible con la posterior exhibición en la plataforma de la serie completa. Y no me quejo solamente por no haberla podido disfrutar en pantalla grande de ese concierto íntegro en la azotea, sino porque esas casi nueve horas era un producto para un público ya cautivo, demasiado cafetero. Y la película habría propiciado una verdadera nueva ola de beatlemanía por los millones de niños que habrían sido llevados a los cines y que bajo ninguna circunstancia se van a tragar la serie completa.

https://www.youtube.com/watch?v=UocEGvQ10OE