Nadie da más que La Perra Blanco por 16,50 €, gastos incluidos
Hace algo más de un año La Perra Blanco ocupó la portada de la revista inglesa UK Rock’n’Roll Magazine con el titular “The New Queen Of Rockabilly?”. Independientemente de lo que digan los expertos con tupé, Alba Blanco es mucho más que eso, porque de un par de años a esta parte se ha convertido en una de las figuras más fulgurantes de nuestra escena rockera y, si no se tuerce nada, su relevancia también debería ser acorde más allá de nuestras fronteras.
Su paso por la madrileña sala El Sol no dejó lugar a dudas: esta muchacha va a lograr lo que se proponga, sobre todo si se decide a ir derribando barreras. Venía a presentar “Get It Out”, un disco mucho más abierto en lo musical, que le debería llevar a un público más amplio y que, por lo pronto, le ha valido convertirse en disco del mes para la revista Ruta 66 con una entusiasta reseña de Manel Celeiro. “Parece que os está gustando”, dijo desde el escenario. Y así es, porque los piropos se suceden y día a día va demostrando ser mucho más que una menuda muchacha que digita sobre el mástil a un ritmo vertiginoso. Salomé Sagüillo, reportera gráfica de la misma revista, era la primera vez que acudía a un concierto de ella y no salía de su asombro y comentó posteriormente en facebook: “flipándolo muy fuerte. La Perra Blanco es una BARBARIDAD!!!!!”. Acabo de recordar que en la encuesta anual de los redactores de Ruta 66, La perra fue elegida como el mejor directo nacional.
Con la sala a rebosar nos presentó al nuevo cachorro de la camada, que ha pasado de trío a cuarteto: Gerard Vercher de los Pickin’ Boppers, un tipo que igual aporrea las teclas como Jerry Lee Lewis que sopla como un poseso su saxo… ¡De hecho lo llegó a hacer al tiempo! Ahí estaban los cuatro de negro sobre el escenario y creo que era la primera vez que veía a La Perra con pantalones largos: elegantes, de campana y con unas estupendas botas de chúpame la punta que incluso le otorgaban más autoridad a esta gaditana. De hecho se le nota firme y con carácter a la hora de dirigir a la banda. A veces con la mirada, otras con la ceja. Por supuesto con el mástil de la guitarra, pero ¡incluso utilizó el pie durante el bis! Aunque en un gesto de cariño con Gerard, corrió a abrazarle pocos segundos después. Algo que sin duda le honra.
Es algo que podéis comprobar en este vídeo:
Las nuevas canciones iban combinándose con sus clásicos y Guille y Jesús demostraron que son una de las bases rítmicas de nuestra escena rocanrolera. Además con un grado de compenetración extremo, que permitía a Alba alargar o intercalar solos cuando lo creía oportuno, en una constante exhibición guitarrera de muy alto nivel. Y la riqueza del disco se vio reflejada en un repertorio que incluyó una balada, como ella misma destacó, y también un blues inflamable que no ha llegado a grabar en ninguno de sus discos…
Obviamente hizo gala de su sentido del humor y desparpajo: “ahora que se me ha deshecho el moño es cuando empieza el concierto de verdad”, aunque aseguró entre risas que “con esto de las redes sociales me han jodido el guión. Y eso que allí estaba ella tras haber sufrido una seria otitis que incluso la misma mañana les hizo dudar si debían cancelar o no.
A la salida del concierto, Antonio Costa —un veterano de las salas madrileñas que, sin embargo, la veía por primera vez— me decía: “joder, y 16,50 € con gastos incluidos y 18 en taquilla. Por este precio puedo verla a ella 10 veces y una sola a AC/DC. ¡Pero es que prefiero ver a ella una vez que a estos AC/DC diez!” Creedme, esta mujer lo tiene todo…
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